LA RESPONSABILIDAD SOCIAL PASA PORQUE EL INDIVIDUO SE SIENTA ARTE Y PARTE EN LA ORGANIZACIÓN.
Para estimular dichas actitudes, lo primero es evaluarlas, es decir crear en la persona un sentimiento de evaluación continua, para a continuación valorar la misma, con lo cual no se necesita una reivindicación de la persona ante la organización, cada persona en función de su aportación recibe un estímulo que le ayuda a mejorar de forma continua.
La estimulación no es sólo económica sino que va unida a un principio básico de conciliación de la vida laboral y familiar.
La base del estimulo se resume en:
1. Formación continua
2. Conocimiento de la organización
3. Sistema de comunicación fluido (horizontalidad, cercana a la dirección)
4. Conciliación de la vida laboral y familiar
5. Incentivar la eficacia y eficiencia
6. Evaluación y valoración continua